Tercer nivel de la pirámide: Lácteos
Este grupo de alimentos es el mayor aportador de calcio de la dieta y que el organismo utiliza mejor. La grasa de los lácteos es principalmente saturada y contribuye a aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y obesidad.
Una taza de lácteos contiene entre 20 y 27 milígramos de colesterol, por lo que es mejor consumir lácteos descremados. Los quesos maduros contienen una gran cantidad de grasa, por lo que se debe moderar su consumo ¡Prefiera los lácteos descremados o semidescremados!
Pescados, carnes, huevos y leguminosas secas
Este grupo se dividió en tres subgrupos: Carnes Altas en Grasa, Carnes Bajas en Grasa y Leguminosas secas. En este grupo, los cárneos son aportadores de proteínas, grasas saturadas, hierro y zinc. Las grasas de las carnes y huevos son las que más necesitamos moderar su consumo ya que su ingestión excesiva aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, cáncer, además tienen un alto contenido de colesterol. Por ejemplo, el colesterol de dos huevos o de las vísceras (panita, riñones,) oscila entre 200 y 300 milígramos y 100gramos de sesos aporta 2000 milígramos de colesterol. En un día no debemos comer más de 300 milígramos de colesterol.
En este grupo están los pescados y mariscos que, siendo cárneos, tienen un tipo de grasa muy beneficiosa,llamada ácidos grasos omega-3. Estos ácidos tienen importantes funciones en la formación del sistema nervioso central, la visión y en la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Las leguminosas secas (porotos, garbanzos, lentejas, arvejas) se encuentran en este nivel porque pueden reemplazan a las carnes, debido a su alto contenido de proteínas. así como las nueces, almendras, pistachos, maní. Lo importante de ellas, además, es que no tienen grasa saturadas ni colesterol. ¡Disminuya el consumo de carnes rojas y aumente el consumo de pescados!